No obstante, el capitán del VRAC Quesos Entrepinares detectó varios hándicaps que van en contra del conjunto vallisoletano. Se refirió sobre todo al factor campo, recrudecido por el hecho de que los campos de Altamira son de hierba artificial. "Influye, sobre todo en los botes pero por ello vamos a salir pronto el sábado por la mañana para entrenarnos allí".
Aclimatación al terreno de la pelea por un título "tan fácil y a la vez tan difícil", dijo Urullo. Ochenta minutos separan a cualesquiera de los dos de la gloria. Tan solo ochenta, aunque para llegar hasta aquí se han derramado muchas gotas de sudor, sangre y lágrimas jubilosas tras la consecución de un título, en el caso del VRAC la Liga por segundo año consecutivo.
"Es un partido suficientemente importante como para no guardarse nada y arriesgar al máximo. Tan sólo llevamos tres semanas tocando balón y está claro que va haber muchas imprecisiones y no se verá un juego muy vistoso. Lo importante es ganar sea como sea", manifestó el capitán del VRAC, quien anotó que el equipo se está fijando en el partido de hace dos temporadas que se disputó en Ordizia durante la fase regular y que sirvió para que el VRAC se asegurase el primer puesto de la tabla clasificatoria y por ende "media Liga".
Referencia positiva que se une con argamasa al último recuerdo que late: el ánimo de galante revancha que se ha ido cocinando desde que se perdió la final de la Copa del Rey en Santander ante Ordizia. "Una espina" que el VRAC se quiere sacar. Extirpar y sanar con la ayuda de la afición a la que Manuel Sevillano "Urullo", para concluir, pidió "el favor" de acompañar al equipo en Altamira. "El equipo les necesita", apostilló el capitán del VRAC, quien desea volver a levantar este trofeo como hiciera un año atrás en Palencia.
