Hoy hace exactamente una semana que me fui de Valladolid. Ya instalado en mi trabajo habitual, no dejo de pensar en mis deseos de poder, a través de estas líneas, expresarles muchos de mis sentires.

Quizás la palabra más concreta y simple es decirles gracias.

Gracias a los jugadores, porque sin ellos no hay rugby y porque en cada una de las prácticas que hemos llevado adelante juntos, han estado atentos con buena sintonía y con gran respeto.

Gracias a los entrenadores del club que le robaron tiempo a sus familias, amigos, trabajo etc para poder estar presentes en cada una de las charlas de capacitación que hemos organizado.

Gracias a los dirigentes del club que confiaron en mi y me dejaron llevar adelante mi actividad con una libertad absoluta, entendiendo en cada momento cuales eran las necesidades que estábamos planteando.

Gracias a los padres que confiaron en todos los entrenadores para que éstos colaboren en el proceso educativo de sus hijos.

Gracias a las personas que tiene el VRAC como empleados, y espero que este sea el término correcto para dirigirme a ellos, pues hasta antes de mi llegada y luego en mi estadía, siempre colaboraron conmigo.

Gracias a la gente de mantenimiento del Pepe Rojo! Siempre dispuestos a solucionarme los problemas.

Gracias a los amigos de la sede El Barco; increíbles colaboradores en una tarea tan aglutinante como hacer excelentes terceros tiempos y siempre abiertos a solucionar cualquier cosa que se nos ocurriera.

Como verán, la palabra mágica, además de "colorinche", es gracias.

Pero me quedo escaso de argumentos escritos para poder demostrarle lo agradecido que estoy por haberme hecho vivir 6 meses increíbles y solo deseo que los podamos repetir muy pronto.

Les mando un fuerte abrazo y sepan que pueden contar conmigo

Mario Barandiaran