Diego Merino no quiere excusas. El técnico del VRAC Quesos Entrepinares quiere que su equipo esté centrado y concentrado en superar las semifinales. El equipo quesero escarmentó la temporada pasada cuando, relajado, cayó en cuartos de final frente al Sanitas Alcobendas. Una decepción que, sumada al ajustado resultado del pasado domingo, sirve para demostrar que los partidos hay que jugarlos y no se puede dar nada por hecho. «Estos encuentros te permiten poner los pies en el suelo y no creerte más de lo que eres», comentó Merino sobre el último partido del VRAC.

El técnico vallisoletano es consciente de que el club se juega su supervivencia en la Copa en 80 minutos. «La motivación es absoluta. Es un partido que no tiene retorno y si caes eliminado es un fracaso, más viniendo de un año sin perder». Un duelo que el Quesos afronta con algunas ausencias y con jugadores que llegan al límite. «La plantilla está bien, aunque hay gente golpeada por los dos exigentes últimos partidos».  Si algo no quiere el técnico del VRAC es que el vestuario se despiste por lo acontecido esta semana con respecto a la sede de la final. «Nosotros debemos centrarnos en lo deportivo. No estamos en la final y hablar de ello es una tontería».