Antes de las bienvenidas, las despedidas. Algunas dolorosas por el tiempo que deportistas y sobretodo personas han pasado vinculadas a un club como el VRAC, al que los jugadores llegan en muchas ocasiones como fichajes y acaban siendo parte de una gran familia. Es el caso de Guillermo Mateu Spuches.

Llegó en 2014 al club procedente del Bathco y se va siete años después con la mochila cargada de medallas que simbolizan los innumerables éxitos que Guillo ha conseguido con el VRAC Quesos Entrepinares. De la mano del resto de sus compañeros, Guillo Mateu lo ha ganado todo en el rugby nacional. Ha sido además uno de los jugadores más utilizados por Diego Merino, sumando titularidades y minutos constantes en partidos de liga regular y en grandes finales, con ensayos y acciones decisivas.

Valladolid y el VRAC han marcado un antes y un después en la carrera rugbística y personal de Mateu, con la presencia también en el club de su hermano Facundo.  Ahora, el argentino buscará nuevos retos deportivos, personales y profesionales.

El VRAC no puede más que agradecerle su compromiso y entrega durante el tiempo que ha vestido la camiseta azulona, deseándole tanto la mejor de las suertes como que en algún momento, más pronto que tarde, los caminos del club y del jugador se vuelvan a encontrar.