El benjamin A disputo dos partidos de 30 minutos cada uno. En el primero ganaron al Boadilla A por 35-10, no sin ciertos apuros al principio, ya que les costó meter el primer ensayo, pero luego mejoraron, y sólo al final cuando se relajaron, el rival les hizo dos ensayos.

En el segundo encuentro vencieron a Ingenieros Industriales A por 45-0. Un equipo con mayor envergadura pero menos rápido y con un menor despliegue físico.

Por su parte, el benjamín B jugó tres partidos de veinte minutos. En el primero venció a Segovia por 20-0, un equipo que mejora con rapidez pero que todavía esta un paso por detrás. Mientras, también derrotaron a Ingenieros Industriales (30-0).

El tercer envite fue el más igualado. Vencieron por 15-5 a Boadilla B, equipo que se puso por delante y ante el que costo remontar en una soleada mañana y en la que el Boadilla, organizador del evento, tuvo una excelente acogida.

Idéntica a los que tuvieron los alevines en Las Rozas en otro torneo organizado por el Club Ingenieros Industriales. Os dejamos la crónica realizada por uno de sus técnicos, Pablo Arévalo.

"En una magníficas instalaciones en Las Rozas y acogidos con mucha amabilidad por el club Ingenieros Industriales, disputamos el primer partido contra Majadahonda, segundos clasificados de la competitiva liga madrileña. Les ganamos tres ensayos a cero en un buen y bonito partido de los chavales. Nos las prometíamos muy felices, de forma totalmente equivocada.

A continuación, otra media hora de juego contra Boadilla. En teoría este partido lo tendría que haber disputado un equipo B nuestro, con 13 jugadores diferentes de refresco, pero al faltar unos cuantos chicos por enfermedades y lesiones, más de la mitad de la gente del A tuvo que repetir con el B. Ganamos con solvencia varios ensayos a cero.

Hacía calor, sol y teníamos los tres partidos consecutivos (1 hora 30 minutos). Con esto comenzaron los problemas físicos. Pedimos atrasar un poco el comienzo del tercer y último partido de la jornada, que comenzaba justo a continuación. Estábamos reventados. Conseguimos 15 minutos de paréntesis para salir a jugar el plato fuerte, contra los líderes de Madrid y equipo local que destacan por ser muy buen conjunto y por dos individualidades con excelentes recursos técnicos y una velocidad al alcance de muy pocos. Conseguimos batirles en enero en Pepe Rojo.

Dos jugadores del A con asma no pudieron comenzar, se iba poniendo feo…

Cayeron dos ensayos en contra casi sin habernos enterado de que había empezado. La velocidad de su segundo centro desbordaba a todos los tres cuartos. Se barruntaba la primera derrota contra un equipo alevín desde octubre. Los chicos no conocían la sensación de recibir ensayos y salir de debajo de tus palos a intentar remontar un partido. Se vinieron abajo y cundió el pánico. Empezaron a dudar mucho de sí mismos, lo que nos condenó, y en lo que se centró la charla en el vestuario.

El calor, los chicos asmáticos, el cansancio acumulado de tres partidos consecutivos… hizo mucha mella también. Otro mazazo muy serio durante el partido fue la lesión de Juan Sobrino Alonso-Villalobos, que nos preocupó mucho a todos al recibir un fuerte golpe en la cabeza que supuso un traumatismo craneoencefálico con pérdida de memoria de las últimas 36 horas. Ahora se encuentra mejor y poco a poco la va recuperando.

Con todo ello, en la segunda parte intentamos hacernos más tiempo con el balón y hacer largas posesiones, clave de nuestro juego, y que sin lo cual sufríamos bastante. Por momentos se consiguió, pero la súper motivación por la revancha y agresividad de los chicos de Industriales también en defensa hizo que fuera complicado desplegar nuestro juego con ritmo. Chapeau para ellos porque hicieron un partidazo y son un grandísimo equipo.

Al final del segundo periodo nos acabaron cayendo otros dos ensayos. En el vestuario, al final, repasamos punto por punto qué nos ha fallado para no estar al nivel de competición que nos corresponde junto a los mejores de España. No valen excusas. A partir de ahora valoraremos la victoria mucho más al haber saboreado ya lo más amargo de la derrota.

Querría por último destacar la ovación que se llevaron de la grada de El Cantizal los abatidos jóvenes jugadores queseros. Una gozada haber disputado estos encuentros allí y con este público".