El partido del próximo domingo bien merecía una comparecencia ante los medios de comunicación para transmitir a todos los aficionados al rugby y al deporte vallisoletano la importancia de poder aspirar de nuevo a tener un representante de la ciudad en la final de la Copa del Rey. En un marco incomparable como el Hotel AC Palacio de Santa Ana, y ante numerosos periodistas, el presidente José Antonio Garrote, el entrenador Diego Merino y los nuevos jugadores Gabriel Herrera y Sergio Valverde, presentaron el encuentro frente a Ordizia.

Garrote destacó la iniciativa del club, que pretende que las gradas de Pepe Rojo presenten una muy buena imagen y estén repletas de seguidores de los diferentes clubes de élite de Valladolid. Por eso, se cobrará tan solo cinco euros a los socios del Real Valladolid, Cuatro Rayas Valladolid, CB Valladolid, Hermi El Salvador, Aula Cultural, CPLV Mozograu o BSR Valladolid. El presidente comenzó destacando que se presentaba "un acontecimiento muy importante para Valladolid dada la situación de los equipos de la ciudad y que merece estar a la altura a nivel de aficionados y repercusión". Un partido que puede ser un paso de algo histórico: "un triplete de Supercopa, Liga y Copa del Rey. El equipo está en condiciones de conseguir esa machada". Además, quiso destacar la afluencia de aficionados ordiziarras, equipo al que "le hemos ganado la Supercopa pero sigue escociendo la derrota en la final copera de Santander".

Merino, más centrado en lo deportivo, tiene clara la importancia que se le da al partido en el vestuario. "Para nosotros es muy importante. El año pasado se nos escapó y el grupo está mentalizado. Lo hemos hablado dentro del vestuario. En Valladolid vamos a tirones y queremos tener un partido completo los 80 minutos". También habló del rival. "Es el quinto partido esta temporada frente a Ordizia. Es un rival duro en delantera. Viene con la espina clavada de que no está haciendo una buena Liga y puede salvar el año con la Copa. Ojalá se vea buen rugby y consigamos la victoria".

Sergio Valverde se mostró "muy contento" por recalar en el Quesos, hasta el punto de creer al recibir la llamada para ficharle que se trataba "de una broma". Gabriel Herrera pretende "subir de nivel" tras declararse feliz por el buen partido que completó contra Vigo en la última cita liguera. "Estoy muy cómodo aquí y me encantaría seguir mucho tiempo", sentenció el tucumano.