Juan Bedate suele ser claro y lo reconoce cuándo los suyos no hacen un buen partido. En esta ocasión es al contrario. El técnico del filial del VRAC considera que su equipo cumplió frente al Uribealdea pese a sumar una nueva derrota.

Se volvió a comenzar ganando que, si bien la ventaja no duró mucho, vuelve a ser síntoma del intenso arranque quesero. El equipo aguantó con vida hasta el último minuto del encuentro.

En la primera parte se jugó bien y, sobre todo, se defendió muy bien, pero la inferioridad en melé y las limitaciones ofensivas hacen difícil poner en complicaciones a rivales duros.

Al descanso, las sensaciones eran buenas: tres puntos abajo pero la sensación de que si el equipo se hiciese con el oval podía tener opciones de victoria. Sin embargo, otro ensayo a los 12 minutos de la segunda parte enterró las opciones de triunfo. Se mantuvieron las de sumar el bonus defensivo, pero una pérdida sobre la bocina costó el último ensayo rival.

Primer partido en el que el equipo deja un buen sabor de boca, con mucho sacrificio y disciplina, pero sin tener el oval.