Comenzando por los infantiles, primero se enfrentó a Ordizia en un partido que finalizó con un abultado 55-0. Los chicos de Pablo Arévalo jugaron de principio a fin con gran ritmo e intensidad, lo que desarboló al conjunto vasco. Dicha intensidad no decayó un ápice durante el carrusel de cambios efectuado para dar minutos a gran parte de la amplísima plantilla de esta temporada.

El segundo partido de 35 minutos les enfrentaba a El Salvador. 50-0 fue el resultado. No se le dio tregua al eterno rival, a los que se jugó con buena dosis de velocidad, lo que llevó a un bonito espectáculo de rugby ofensivo.

Mostró una buena capacidad de compenetración a estas tempranas alturas de la temporada, lo que ya hace pensar en el trabajo por delante para partidos venideros que demuestren que este buen comienzo es precisamente eso, sólo el principio.

Por su parte, los cadetes (sub 18) derrotaron en el primer envite a Ordizia por 17-12. Fue un encuentro muy disputado, con alternativas para ambos equipos y en el que el VRAC Quesos Entrepinares demostró una gran variedad de recursos para puntuar. Así, obtuvo el premió a su esfuerzo con un ensayo sobre la bocina que le brindó el triunfo.

Después llegó el turno para los cadetes de Ordizia y El Salvador, en el que se impusieron los colegiales, conjunto que derrotó al VRAC Quesos Entrepinares en el tercer y definitivo encuentro. Los jugadores de íñigo Ribot acusaron el parón de entre medias y no plasmaron sobre el terreno de juego la concentración necesaria, lo que incidió en el definitivo 10-0 a favor de El Salvador.

Errores a pulir en los próximos entrenamientos y bolos de pretemporada antes de que empiece la competición oficial.

Foto: José María Valentín Gamazo.