El conjunto que dirige Juan Bedate empezó mal el encuentro, pues en apenas siete minutos había cometido cinco golpes de castigo y se mostraba incapaz de aprovecharse de los errores visitantes. Al final, Hernani se adelantó gracias a uno de esos golpes de castigo mientras el VRAC adolecía escasa claridad de ideas y dificultad para frenar el avance vasco. Aún así, consiguió un ensayo en su primera jugada decente.

Hernani respondería con otra marca transformada pero el VRAC, que estaba con un jugador más, conseguiría empatar el partido. Sin embargo, en la reanudación, el equipo quesero no mejoró y cometió múltiples golpes de castigo que se transformaron en dos amarillas muy seguidas que mataron a las de Bedate, que encajaron el ensayo que sellaría la victoria vasca en el minuto 55. Había tiempo de darle la vuelta. El equipo juvenil lo intentó, pero la diosa fortuna no se alió con ellos.

Al respecto de esta derrota, Juan Bedate ha comentado: "Tras una gran temporada de un equipo muy bueno y un grupo mejor, llegó la cruda realidad. Habíamos vuelto a fracasar en lo que ha resultados se refiere, por tercer año consecutivo y en el vestuario solo había frustración, lágrimas y lamentos, que cambiaremos sin duda por ganas de dejar un buen sabor de boca contra Liceo, y que a buen seguro, se convertirá en alegría el domingo, tras la final".

"El fracaso solo hay que recordarlo para aprender de el y evitar que se vuelva a repetir. Estamos dispuestos a hacerlo y lo haremos. El fracaso no es el final, sino que es el inicio del camino a la gloria", ha concluido el preparador del equipo juvenil.