Una jornada para que los más pequeños (de benjamines a linces) disfruten de la piscina y el buen tiempo, se reencuentren con sus compañeros de equipo y celebren como mandan los cánones el inicio del verano.
Aunque no sólo serán los jóvenes jugadores los que disfruten de este apacible día, sino que los padres que los acompañen podrán también gozar viéndoles cómo se divierten y degustar una paella multitudinaria. Nadie se lo puede perder.