Hay muchas razones y motivos para que el VRAC Quesos Entrepinares se sienta identificado con el rugby escocés, pero el innegable es que, desde 2007, más de una veintena de prometedores jugadores se la Selección Sub – 16 del citado país viajan a Valladolid durante dos semanas en el mes de julio para llevar a cabo una concentración que, en muchos casos, marca el futuro de sus carreras. Y no ha sido menos en 2018.
Desde el pasado 2 de julio y hasta ayer día 15, 25 jugadores y ocho técnicos estuvieron en tierras vallisoletanas trabajando duro de cara al nuevo curso. Es un momento importante en su trayectoria, pues los entrenadores consideran que, a esa edad, los 16 años, toca decidir quién está preparado para continuar al máximo nivel, aspirar a vivir profesionalmente del rugby y, como no, seguir entrando en los planes de la selección nacional de su país. Se produce una criba que deja a los mejores. Los que después representarán al XV del Cardo en Murrayfield, compitiendo en grandes torneos como el Seis Naciones o el Mundial de Rugby.
El VRAC, con la colaboración de las instituciones locales, pone todo de su parte para que los integrantes del combinado escocés se sientan como en casa. Un despliegue técnico y humano para facilitar el transporte, la convivencia y también los entrenamientos de Escocia Sub – 16, que este año se han alternado entre Pepe Rojo, Río Esgueva y la piscina de Fuente La Mora.
Pero el viaje a Valladolid no sólo se basa en duras sesiones de entrenamiento. También hay tiempo para ir a conocer Salamanca, una tradición ya sumada al hecho de desplazarse a Valladolid, o para celebra una barbacoa de despedida en el municipio vallisoletano de Sardón de Duero.
En definitiva, unos días inolvidables para un grupo de chicos de los cuales varios, con total seguridad, llegarán a lo más alto. Y en su biografía tendrán unas líneas para Valladolid y para el VRAC.