Uno de sus entrenadores, Íñigo Ribot, nos relata la experiencia en los siguientes párrafos:

"La expedición contó con 24 jugadores nacidos entre el 95 y el 96, y aunque en el equipo había muchas bajas por exámenes, el equipo iba con todas las ganas y fuerza para quedar lo más arriba posible. Llegamos al hotel el viernes a las 22,00 horas y tras el control de fichas, el paseo para despejar a los chicos y la reunión, nos pusimos a descansar con vistas a una jornada intensa.

El sábado amanecimos a las 7,15 horas para desayunar, coger las equipaciones e ir al campo, puesto que jugábamos el primer partido a las 10,00 horas contra La Vila. Los chicos empezaron atacando constantemente en la 22 contraria, pero sin puntos. Ya en la segunda parte Rodrigo Sanabria ponía el 5-0 en el marcador, resultado con el que se llegaría al final del partido. De este encuentro, cabe lamentar la lesión en el codo de David Mencia.

Una vez ganado ese envite nos tocaba el ultimo partido del día y el plato fuerte. Nos enfrentamos a Liceo Francés de Madrid, club con una gran cantera y experiencia contrastada. Los chicos dieron el cien por cien y llegaron al descanso 6-3 con dos golpes de castigo lejanos transformados por Rodrigo Sánchez. En la segunda parte, siguió la intensidad y el apertura Gonzalo Gutiérrez encontró un resquicio y posó el balón bajo palos poniendo el 13-3 definitivo en el marcador. La alegría se adueño de nosotros y nos convencimos de que podíamos ganar el campeonato.

Tras ver diversos partidos por la mañana, nos fuimos a comer y a la playa, hasta que a las 18,00 nos recogía el autobús para ir a un desfile que organizó la organización del torneo por las calles de Torrevieja.

Después del desfile, los jugadores disfrutaron de tiempo libre y antes de la cena. Tras la misma, tuvimos la reunión oportuna para terminar de motivar a todos los chicos. La semifinal nos tocaba contra Tarragona, equipo catalán, con mucha movilidad de balón y mucho ritmo de juego.

La clave del partido residía en salir concretados y los chicos lo hicieron a la perfección, ya que en el segundo minuto de partido metimos el primer ensayo, obra de Rodrigo Sánchez. Hasta el descanso, Tarragona empujó mucho y los chicos hicieron un gran esfuerzo defensivo. Tras el descanso volvimos a anotar, obra de Álvaro Sagarra, que puso el 10-0 en el marcador y encarriló el partido que terminaría 13-0 por un golpe transformado por el propio Álvaro.

Ya metidos en la final, nos enfrentábamos a Poblé Nou, otro equipo catalán que había descansado cuarenta minutos más que nosotros y que nos había estudiado en el partido de la semifinal. Aún así, una hora después de acabar nuestra semifinal, empezaba la final, con los chicos al máximo.

El partido fue durísimo por la fuerza física de la delantera catalana, que parecía ser de una categoría superior por su altura y peso. Al descanso llegamos 15-0 abajo por dos fallos de placaje y una buena jugada de los tres cuartos catalanes. Aún así, al salir del descanso, Álvaro Sagarra redujo diferencias al 15-7 pero en la siguiente jugada un avant por una mala recepción de una patada, concluyo en una melé a favor de los catalanes que se tradujo en un ensayo que ponía el 22-7. Los ánimos bajaron y los catalanes, ante la desesperación quesera, metieron dos ensayos más para ganar el torneo con el resultado de 34-7.

Pese a ello, los chicos han estado espléndidos. Ha habido momentos de risas, de cánticos, de concentración, de buen juego… Creo que para los 24 jugadores, los dos entrenadores y el delegado ha sido un fin de semana inolvidable".