No les coartó la timidez a la hora de parar a los transeúntes y alguno consiguió una colecta mayúscula que, sin lugar a duda, servirá para ayudar a los más desfavorecidos. Una muestra más de que el rugby es más que un deporte y que su compromiso social es vasto y generoso. Desde estas líneas agradecemos a la Cruz Roja que nos hayan invitado a participar en esta noble causa. Ha sido un placer.