Antes, nos enseñó la cicatriz y la radiografía tras la operación, la herida de guerra llegada tras su fractura de radio en el partido ante El Salvador (dos meses y medio en el dique seco), de la cual está plenamente recuperado, pues ya regresó a los terrenos de juego en el último partido de Liga ante el Complutense Cisneros.

"Ha sido duro. Soy muy activo y no podía ir a los entrenamientos por la envidia. Estuve un mes sin poder hacer nada y el resto corriendo, haciendo bici y natación hasta que pude entrenar hace dos semanas. Me sentí raro. Físicamente estoy bien, pero aún me falta ritmo de juego", apuntó Sergio Fernández "Mini".

Ahora, afronta su tercera final con el VRAC Quesos Entrepinares y en su memoria está muy latente la última, perdida en Vilajoyosa (Alicante) a manos del Cetransa El Salvador. "Hay que ganar. A ninguna nos gustaría repetir esa sensación", apostilló.

Para lograrlo, dejó claro cual debe ser el "modus operandi". "Hay que atacar, atacar y atacar… Necesitamos olvidarnos de todo y mover el balón. Abstraernos y mover el balón como sabemos. Estar muy concentrados en ello porque Ordizia es un equipo que se agrupa muy bien", explicó el ala del VRAC Quesos Entrepinares, que también analizó el juego que hace Ordizia.

"Practican rugby antiguo. Tienen delanteros que hacen su trabajo y no se mezclan con los tres cuartos y viceversa. La fórmula para ganarles es mover el balón para quitárnoslos de encima", comentó Sergio Fernández "Mini", quien, para concluir, instó a la afición que acuda a Santander a que les grite y anime "mucho" porque "sí se nota.