Partido complicado el disputado el pasado sábado en el campo 2 de Pepe Rojo.
El gran número de convocados por la selección nacional, las bajas de los
jugadores de División de Honor y los problemas administrativos para que
lleguen los nuevos fichajes supusieron un aporte extra de jugadores Sub
23 al primer equipo del club y eso lo pagó con creces el equipo de Iván
Marqués.

El quince cántabro tenía muy claro su plan: llegar a la zona de 22
rival para imponer su peso y veteranía en melé cerrada, lograr castigos
y exclusiones que se rentabilizan en puntos. Hasta cuatro exclusiones
sufrieron los jugadores locales por una del equipo forastero. Tampoco
los jugadores azules supieron entender el arbitraje ni adaptarse en
ningún momento a él.

La primera parte fue de claro dominio de Independiente y a pesar de
ello el marcador reflejaba al descanso un parcial de 7-14 que dejaba las
espadas en todo lo alto.

La mala suerte se cebó con los Sub 23 queseros. En una tarde con muy
pocos cambios disponibles salieron lesionados del terreno de juego Diego
Calderón, Pedro Añíbarro y Jota Rodríguez que fue el peor parado de la
tarde ya que tuvo que ser retirado en ambulancia del terreno de juego
por un fuerte golpe en la zona cervical. Por el contrario, los
visitantes refrescaron hasta con ocho cambios el quince inicial.

Al final del partido derrota 7-21 con un ensayo de Jota para el VRAC
transformado por Kili y tres ensayos para los santanderinos, todos ellos
de los delanteros Juan José Hidalgo (2) y Carlos Ochoa. Los tres fueron
transformados por el zaguero Rodrigo Marquínez.

No está teniendo suerte el segundo equipo del VRAC que ve como se
lesionan seis de sus jugadores en tan solo dos partidos y a pesar de no
haber competido con los equipos más complicados de la liga observa cómo
su casillero aún permanece con cero puntos.