Fuente: Norte de Castilla
Fotografía: Santiago Martín
 
Dos caras distintas para la primera victoria en la Liga.El Quesos Entrepinares mostró sus mejores argumentos ofensivos durante
una magnífica primera mitad y mantuvo los vicios de temporadas pasadas
en la segunda parte. Al final del partido, el equipo vallisoletano se
llevó el sabor dulce de la victoria y el amargo por no haber sabido
anotar un cuarto ensayo que le hubiera concedido el punto bonus extra.

 
Aunque el Ordizia dio el susto en la primera jugada, el
Quesos Entrepinares comenzó a dominar claramente todas las fases del
juego, tanto en las abiertas a la línea de tres cuartos, como en las
estáticas con la delantera, y los puntos no se hicieron esperar.

El equipo vallisoletano ha conseguido un equipo con
muchísimas alternativas para el ataque, desde la potencia de una
tercera línea de la delantera demoledora con el gran Rolls, el
británico Newton y el canterano Molina, además de la espectacular línea
de tres cuartos, reforzada con los hermanos Gutiérrez Müller.

Tras una primera mitad de juego vistoso, veloz y
vertical, el partido parecía sentenciado, más por la diferencia en el
juego de los dos equipos que por la del marcador (23-6), con la
aparición del acertadísmo Gareth Griffiths en los tiros a palos.

 
En la segunda parte, el Quesos se dedicó a sestear. Se
olvidó del juego del período anterior y el Ordizia poco a poco fue
levantando la moral hasta encontrarse con una situación increíble.
Llegó a colocarse a nueve puntos (23-14) y tuvo dos opciones de ensayo
que no materializó. El equipo vallisoletano reaccionó con un ensayo de
Aníbal, encajó otro dudoso de Huxford, volvió a sufrir tras la
expulsión del propio Aníbal y respiró tranquilo cuando Chicharro dio
por finalizado el partido