Arbizu reconoció que fue "un lindo desafío" jugar una final en pretemporada, aunque lamentó las escasas tres o cuatro semanas que ha tenido el equipo para preparar este partido. "El equipo es el del año pasado, el que ganó la Liga. Quisimos jugar un rugby dinámico, como lleva el equipo en su ADN, pero no fue fácil. Soy un privilegiado por poder jugar esta final y gana. Acabamos de empezar, hay que ir partido a partido, con paciencia, para que se vea cómo quiero que juegue el equipo", subrayó.

En este sentido, destacó la "gran actitud" que tuvieron sus jugadores, algo que le hace estar muy contento, al mismo tiempo que elogió al adversario, Ampo Ordizia, un equipo que "mostró un buen nivel físico y de juego". "Si todos los equipos de la Liga son así vamos a tener que trabajar mucho", espetó.

Además, Lisandro admitió que falta un fichaje, aunque puso un ejemplo elocuente con el que ilustrar su confianza en la cantera. "Hoy faltó un jugador importante como Glen Rolls y salió Merino que hizo un gran partido. Los jugadores de la cantera tienen que estar listos para destaparse y darse cuenta del potencial que tienen", concluyó.

Mientras, Manuel Sevillano "Urullo", el capitán del plantel, apuntó que el equipo ha estado en defensa "muy bien", aunque no tan dinámico como les hubiera gustado. "Lo importante hoy era ganar, conseguir el que era un objetivo prioritario. Había dudas en torno a saber qué Ordizia iba a venir", anotó.

Tras el tercer tiempo celebrado en los entresijos de la Nueva Balastera, el equipo se dirigió a la fuente de la Plaza Madrid tras un viaje en autobús algo más que animado. Hubo baño, pese a los recelos iniciales, variedad de cánticos e incluso una conga.