Y es que varios han sido varios los condicionantes que han influido en una derrota abultada. Han jugado a campo completo y a rugby a quince cuando, en España, en esta categoría, benjamín, lo hacen en dimensiones menores y con once jugadores. Evidentemente, los jugadores del VRAC no estaban acostumbrados a ocupar los espacios y a defenderse de las fugaces internadas visitantes por los costados.

A lo que se ha unido la mayor envergadura del equipo dubaití y su innegable calidad, la cual intimidó a los aguerridos jugadores del VRAC, que vieron como en el primero de los cuatro tiempos de diez minutos disputados (El Salvador finalmente no participó) dos de sus jugadores cayeron lesionados.

Sin embargo, el VRAC Quesos Entrepinares no se arredró y fue mejorando su defensa con el paso de los minutos. Hizo saber que iba a vender caro cada ensayo y, en el último cuarto, consiguieron la único marca que el conjunto dubaití ha encajado durante su periplo en tierras españolas, que ya les ha llevado a enfrentarse ante Canoe y Arquitectura. Continuarán esta gira con amistosos ante Industriales y Alcobendas.

Por este hecho, el conjunto dubaití regaló una camiseta al equipo y al autor del ensayo una gorra con la que reconocer el mérito colectivo de los jugadores del VRAC, que pese a que habrán regresado a sus hogares heridos por la derrota, pueden alzar su mandíbula y sentirse orgullosos por el partido realizado ante un equipo de un gran nivel. Una experiencia, que, sin vacilar, les curtirá aún más en su formación.