Por circunstancias de la Liga de Madrid, y un calendario poco afortunado hasta la fecha, el VRAC Sub-18 llevaba sin disputar un partido en casa desde los primeros días de Noviembre. Muchos viajes, muchos campos visitados y muchos sacrificios que merecían un premio. Se percibían enormes ganas de demostrar lo trabajado y lo evolucionado, jugando en Pepe Rojo ante amigos y familiares. Y qué mejor para ello que un derbi, válido tanto para Liga de Madrid como para el Campeonato de Castilla y León.

Se venía de ganar 17-21 a un gallito de la competición el fin de semana pasado, CRC, en su campo de Pozuelo y tras completar un partido muy serio después de una intensa semana de preparación.

Contra el El Salvador se pretendía hacer un partido maduro para seguir en esa línea, en una muy buena posición para hacerse con la Liga regular de Madrid. Los chicos mantuvieron la concentración, siguieron los planes y ejecutaron lo practicado para no dar opción al rival en ningún momento del partido. 0-36 fue el resultado final. Agresivos en defensa, conjuntados en ataque desde la iniciativa individual e inteligentes en la ocupación territorial. En el "debe", cierta relajación en algunas facetas durante algunos tramos.

Entre el público asistente se encontraba Diego Merino, entrenador del equipo de División de Honor, que felicitó al conjunto por detalles de su agrado en sintonía con el juego desplegado por los "mayores". Una posición especial en la grada tenía también Asís Valentín-Gamazo. El bravo tercera línea Sub-18 sufrió hace mes y medio una grave lesión con múltiples roturas en un pie. Por fin podía volver a ver a su equipo en acción, al que tanto compromiso ha dado. Sus compañeros quisieron agradecerle todo animándole en su recuperación con unas camisetas llenas de cariñosos mensajes con las que salieron ataviados al inicio y final del partido.

El día 7 ante el Liceo, y en casa de nuevo, una prueba de fuego que exigirá sin duda seguir elevando el nivel del equipo.