"Han entrenado muy bien y han mejorado mucho. Ha habido jugadores que empezaron jugando flojo y ahora están practicando muy buen rugby. De este éxito me quedo con que ha ayudado a que jugadores que empezaron la temporada conmigo se hayan consolidado en el primer equipo. Eso es lo más importante", apuntó Gañán, quien no pudo contener las lágrimas cuando, diez días atrás, se produjo el pitido final del encuentro ante el RAC Lobos de Segovia en el que se consumaba la consecución de un título que el club no obtenía desde la temporada 1996-1997.
Estaba emocionado. La alegría le embargaba. Júbilo idéntico al que recorrió a sus jugadores, que no dudaron en ir a la esquina en la que se encontraba, sufriendo en silencio, para hacerle un placaje multitudinario y bañarle en champán.
Más que un entrenador, para muchos de ellos es un hermano mayor que se alegra por los éxitos de los chicos a los que, únicamente, y según expresó, "hay que ponerles en el campo y dirigirles un poco". "Son muy buenos".
"Hemos sido el equipo a batir. Este año se ha visto el potencial que tenemos, pero la temporada se ha hecho muy larga. Las lesiones y los jugadores que hemos perdido al ir citados con el primer equipo se han notado, pero el resto se ha portado de diez. También quiero resaltar el papel determinante de los más veteranos, siempre pendientes y arropando a los más jóvenes tanto en partidos como entrenamientos", aseguró.
Compañerismo y compromiso que los jugadores han adquirido desde pequeños. Uno de las razones que, a su juicio, también redunda en este éxito. "Cuando llegan al segundo equipo lo hacen con muchas horas de rugby. Eso, se nota", apuntó.
Se consiguió el título. De forma autoritaria, sin oposición, pues hasta la fecha se ganaron todos los partidos y con bonus. El último de ellos ante el CR Las Moreras por 76-12. "Quedan dos partidos y seguimos siendo ambiciosos. Queremos hacer la temporada perfecta. No queremos conformarnos con un título que ya empezamos a saborear", concluyó Gañán, el comandante entrañable de un equipo con madera de campeón. ¡Enhorabuena!.