Getxo ya es pasado y Vigo es el próximo objetivo. Es la mentalidad de un VRAC Quesos Entrepinares que llega al parón de febrero en lo más alto de la clasificación. Pese a las innumerables bajas que ha sufrido, el equipo no se ha visto afectado por los resultados, fruto del buen trabajo colectivo y de un fondo de armario que ha respondido positivamente a las oportunidades que ha ofrecido el entrenador Diego Merino.
Tras el triunfo en Fadura, el equipo piensa ya en el próximo partido, que será en Pepe Rojo el sábado 15 a las 16,30 de la tarde. La interrupción de la Liga no varía los planes habituales de entrenamientos, ya que el cuerpo técnico ha programado dos semanas con sesiones martes, miércoles y jueves. En la actual, la intensidad de trabajo será menor, con el objetivo de recuperar gente y que descansen los que más carga llevan. La plantilla podrá desconectar del viernes 7 al lunes 10, cuatro días para recargar pilas.