Victoria para el VRAC Sub 16 en el último partido, muy igualado, de la primera fase. Pese a que el conjunto quesero no pudo completar la convocatoria pues solo contaba con veintiún jugadores, la persistencia de los jóvenes queseros llevó a conseguir una victoria contra el conjunto madrileño.
Desde el minuto uno ya se podía presagiar que en el campo de Orcasitas se iba a vivir un partido muy igualado en el que el resultado era impredecible, puesto que el marcador final podría decantarse por un equipo u otro.
Pese a que en la primera parte los locales se adelantaron en el marcador (min.13) con un ensayo, el VRAC no se achantó y pocos minutos después, en el 18, consiguió igualar el encuentro con otra marca. El conjunto azulón quería más y solo cuatro minutos después volvió a traspasar la línea de marca para ponerse por delante en el marcador. El Arquitectura no quería quedarse atrás y respondió nuevamente con otro posado. Durante la primera parte las acciones de Álvaro Herrero hicieron que el club de la rosa roja en el pecho se viera frenado y no consiguiese recortar distancias dejando un marcador de 12-17 al descanso.
La segunda parte también estuvo marcada por esa igualdad que se palpaba desde el comienzo del encuentro. Siguiendo con la tónica de lo que se había visto en la primera parte, Alvaro Herrero volvió a ser el mejor del conjunto quesero frenando a todo aquel jugador del Arquitectura que se topaba con él. Durante varios minutos el marcador no se alteró, pero en el tramo final con el 20-25 a favor de los pucelanos, los “arquitectos” lucharon para conseguir la remontada y pusieron contra las cuerdas a un VRAC que defendió con uñas y dientes en su línea de 22 para conseguir una sufrida pero merecida victoria.
Además de la garra que los jugadores pusieron en el campo y pese a la derrota del conjunto madrileño, el tercer tiempo puso el toque dulce para que los componentes de ambos equipos se repusieran tras las fuerzas gastadas en el partido. Desde el C.D. Arquitectura se agradeció al conjunto azulón su desplazamiento hasta la capital madrileña, obsequiando con una tarta con los escudos de ambos clubes a jugadores, técnicos y público que se acercó hasta Orcasitas para animar. Con este simple gesto se dejó claro porque el rugby es un deporte de valores en el que el rival también puede ser tu amigo.