Fue una semana de hacer encaje de bolillos para el cuerpo técnico, ya que con las bajas y los convocados con la selección española (Adam Newton y Nacho Gutiérrez Muller), el quince sería distinto al de otros partidos. Aún así, el martes supimos que Alberto Blanco sí podría jugar, lo que fue una gran noticia para el grupo. Además luego conseguiría un ensayo durante el partido.

Es cierto que se vislumbraba un cierto atisbo de relajación en nosotros después de la victoria en Ordicia, pero un gran trabajo de los técnicos nos hizo darnos cuenta que teníamos más que perder que ganar en el partido.

La hora de inicio del calentamiento era a las 15:30, por lo que fuimos llegando poco a poco, algunos antes para vendarse con Ignacio Bravo (Iñaki) y otros a última hora, como de costumbre. Tras la charla del arbitro y la revisión de tacos de los linieres, salimos a calentar ya metidos en el partido.

Un inicio fulgurante y un posterior sentimiento de superioridad, que rápidamente aprovecharon los vascos para conseguir ensayos, permitieron que al descanso el partido no estuviera nada decidido y que la segunda parte fuese correosa.

Al finalizar el encuentro, nos felicitamos y sobretodo a los menos habituales. Nos dirigimos a la ducha con la sensación del trabajo realizado, a lo mejor no de la forma más espectacular o de la que hubiésemos preferido, pero también hay que ser práctico y en las circunstancias que estábamos, era lo correcto. También comentamos la dureza de su delantera o el continuo juego al pie de su joven apertura Iker Olaeta.

Destacar tanto a Pablito Gil, como a Pedro Martín (Perico), por sus destellos de calidad en los ensayos conseguidos. También quiero felicitar a los juveniles Jaime Barriuso y Jesús Pérez por su ambición y su dedicación.