Primero entró en acción el VRAC C (juvenil), el cual acudía a la vuelta con el regusto amargo del empate a catorce de la ida. Sobre las 15,00 horas comenzaba el envite en el que El Salvador atacó con mayor diligencia en sus primeros compases. A la centuria de Juan Bedate le costaba frenar el juego de delantera blanquinegra, por lo que vio como se adelantaban por 0-5 al inicio.

Sin embargo, dos golpes de castigo seguidos sirvieron para coger ventaja y encarar el descanso con un parcial de 6-5. En la reanudación, y pese a comenzar el segundo tiempo con uno menos, el VRAC C, sustentado en una defensa espartana, fue haciéndose con el dominio del oval para sumar un ensayo y un golpe de castigo más y conseguir un triunfo que fue celebrado con efusividad por sus integrantes.

El técnico VRAC C (juvenil), Juan Bedate, alabó el trabajo defensivo de su equipo y criticó el juego en ataque. Afirmó que la final, prevista para el próximo 13 de abril, será un partido muy bonito en el que toda la presión es para el segundo equipo.

Mientras, el VRAC B, que acudía a la vuelta con una nimia ventaja tras el 6-11 obtenido en tierras burgalesas, puso toda la carne en el asador desde que el árbitro decretó el inicio del duelo. Tuvo la posesión y enseguida abrió brecha con el primer ensayo.

No dio opción de réplica a su oponente y fue sirviéndose de su dominio, un tanto plano, para ir anotando ensayos en el primer período que le acercaban a la final (17-7 al descanso). En el segundo período hubo más desbarajustes, pero el VRAC B, que viene recuperando efectivos de cara a la final, no perdió la seriedad que le caracteriza y no permitió la reacción visitante.

El técnico del VRAC B, Agripino Arqueros, coincidió con Juan Bedate al augurar una gran fiesta del club para la final, aunque incidió en que su equipo debería hacer valer en la misma su mayor experiencia.