Las escuadra vallisoletana es consciente de ello. Nadie regala nada, por lo que deberán emplear sus mejores artes, apelar a la concentración plena y acudir con decisión y virulencia a los contactos para sumar la victoria más el punto extra, objetivo cristalino para casi todos los encuentros que disputa el VRAC Quesos Entrepinares.
"Va a ser un partido durísimo. Una guerra. Son un equipo muy organizado, con jugadores extranjeros de calidad y nacionales aguerridos. Las condiciones climatológicas no van a ser buenas y es probable que el campo esté blando. Debemos estar preparados. Va a ser muy complicado", comentó el técnico y jugador Lisandro Arbizu
Eso sí, la confianza es plena. El equipo se ha rehizo del golpe de la Copa Ibérica con un triunfo holgado ante el Cajasol Ciencias en un alarde de suficiencia. Demostró que los golpes no le reblandecen, sino todo lo contrario, y que es sabedor de que cada cita, cada encuentro, cada combate, es una final.
"Fue una buena revancha después del partido ante los portugueses. Mejoramos en la actitud, sobre todo en los puntos de encuentro", añadió Arbizu, quien incidió en no fijarse ni fantasear con la clasificación, sino en centrarse en la realidad que es el partido del sábado.
Para este encuentro, son baja segura Borja Estrada y Alex Gutiérrez Muller, por lesión, más Pedro Martín y Glenn Rolls -selección de seven-, mientras que, a día de hoy, son duda Lisandro Arbizu, Adam Newton, Ignacio Molina y Diego Merino por diferentes molestias.