Bonito sueño. Meta alcanzable aunque eso sí, a base de tesón, entrenamiento y muchas lecciones. Y es que sabe que su objetivo es complicado. La competencia es feroz, pero su salto al equipo de División de Honor en la presente campaña le ha demostrado que los sueños, con esfuerzo y trabajo, se acaban cumpliendo. Como en la película "Infiltrados", de Martin Scorsese, "nadie te da nada, sólo tienes que agarrarlo".

Han sido cuatro citaciones y cuatro partidos en los que ha jugado unos diez minutos por cada uno de ellos. Primeras e intensas experiencias con la élite del rugby nacional que se le han presentado, mejor dicho, se ha granjeado, a sus 21 años.

Debutó con el primer equipo en un amistoso ante Getxo de la pasada campaña pero ha sido en ésta cuando le ha llegado la oportunidad de hacerse valer y él está dispuesto a agarrarla bien fuerte, a no soltarla.

Tras una charla con el staff técnico a principio de temporada se percató de que debía dar un paso al frente y afinar su preparación con más sesiones de gimnasio, algo que según esboza, está dando resultados.

"Este año me lo he querido tomar mucho más en serio. He cogido hábito de ir al gimnasio -Don Sancho- y lo he notado. Al principio de año me dijeron que iba a estar complicado jugar pero que siempre hay lesiones y que podía tener mi oportunidad. Está muy bien que piensen en ti", asevera.

Su primer partido oficial llegó ante La Vila y no esconde que los "nervios" le carcomían cuando le comunicaron que estaba convocado, aunque las felicitaciones y los mensajes de ánimo de compañeros y amigos le tranquilizaron y le hicieron sentir "halagado". "Otro paso más para ser el 12 del VRAC Quesos Entrepinares", bromea Diego Villamor, protagonista de este artículo que, pese a lo ambicioso de su objetivo, asume con convicción que, de momento, no puede subir a entrenarse a Pepe Rojo con la intención de ganarse el puesto, sino que debe hacerlo con el afán de aprender.

Desde que empezó a jugar al rugby no ha parado de hacerlo. Entre otros cosas, ha aprendido a callarse cosas y a aplacar su prepotencia, según admite. Fuera parte, encontró "una filosofía de respeto al club, al entrenador, a los compañeros, a los rivales y a ti mismo.

"Antes era muy bocazas y hablaba antes de pensar. Con el rugby he madurado en este aspecto", asevera Villamor, quien cuestionado por el club, el ambiente que palpa en él, responde sin ambages. "El VRAC es una familia en la que siempre vas a encontrar a alguien que te ayude cuando tienes problemas", comenta.

Dentro del primer equipo, no se separa de Javi Ortega, de su misma camada, y Álvaro Ferrández "Flequi". Dos jóvenes canteranos que están cuajando una temporada "excepcional", que cada vez disfrutan de más minutos y a los que Diego Villamor pone por las nubes, ya que cree que son el paradigma del nivel que viene por detrás. "De aquí a unos años va haber mucha competencia con la gente que vaya subiendo", apostilla.

Él anhela seguir su estela e ir cobrando, poco a poco, mayor protagonismo con el equipo de División de Honor, al que ve en disposición de revalidar el título de Liga y ganar la Copa del Rey. "Tenemos un equipo bastante competitivo con mucha gente de calidad y jugadores de la casa que lo están haciendo muy bien. Lisandro Arbizu me parece un buen entrenador, ya que estamos comprobando que las cosas que trabajamos y entrenamos salen en los partidos. Los entrenamientos son un poco duros, sobre todo en los contactos, pero se ve que estamos mejorando en este aspecto", agrega.

Entretanto, prosigue con la carrera de Derecho, la cual, en días como estos, le obliga a pasar unas cinco horas al día delante de los apuntes y exprimir las horas para acudir al gimnasio y a los entrenamientos.

No tiene claro por que vertiente se decantará cuando finalice la carrera y el máster posterior, pero asegura que, por ahora, no entorpece su llamada a filas con el VRAC Quesos Entrepinares, club que le descubrió las bondades del rugby como deporte completo y respetuoso a más no poder.

Eso sí, cambiaría la repercusión mediática y social del mismo, al igual que aboga por que se introduzca más en las escuelas y colegios y desde edades más tempranas. También reclama que las instituciones pongan "más medios para que la gente pueda jugar al rugby".

Un deporte que le embelesa, aunque también le gusta practicar otros como el fútbol, el snowboard o el póquer, al margen de su otra afición: viajar con los amigos, "lo mejor que hay", apunta. Por otro lado, el último libro que se ha leído es "El Hobbit" y sus películas preferidas son o de ciencia ficción o bélicas.

Sea como fuere, Diego Villamor tiene claro que debe plantear batalla cada día. Trabajar con disciplina espartana para colmar sus ansias, alcanzar su sueño de formar parte del quince titular del VRAC Quesos Entrepinares. Está en ello y no piensa desistir.