La lluvia dio una tregua en el horario del partido. El cielo estaba nublado pero la temperatura era agradable y el campo de hierba artificial, aparentemente, había drenado bien. Condiciones perfectas para un encuentro decisivo y para el que se auguraba un poético "show".

El partido comenzó con un Ordizia rabioso que, enseguida, atrincheró al VRAC Quesos Entrepinares, un tanto nervioso, en su zona de veintidós. Así, Goia, en una buena transición de la tres cuartos local, anotó el primer ensayo del partido a los dos minutos de juego. Kroll no falló la transformación.

A renglón seguido, el equipo de Canas intentó percutir con agilidad, pero la delantera vasca se mostraba expeditiva y no cedía un palmo en las abiertas. No obstante, no fue capaz de derribar al virtuoso Dan Waenga, quien atravesó la línea como el cuchillo la mantequilla para asistir a Nacho Gutiérrez Muller, quien posó el oval tras la línea de ensayo en el minuto 7 de partido. Waenga no pasó la patada (7-5).

La posesión era del equipo azulón, que medraba con varias fases por ponerse por delante. Lo hacía con gran intensidad. Sin embargo, el conjunto vasco extrajo tres puntos más con un golpe de castigo lejano que Kroll no erró. Una patada que cortó el juego a la mano del VRAC Quesos Entrepinares, que seguía a golpe de ensayo.

El juego se ensució, en buena parte gracias a la gran capacidad placadora del oponente de esta mañana, capaz de secar cualquier acometida azulona. De este modo, recuperó la posesión del oval para encerrar al VRAC Quesos Entrepinares debajo de sus palos hasta que Iñaki Suso, tras varias embestidas, logró un nuevo ensayo para los locales (17-5).

El VRAC no se descompuso a pesar de que hubo de sustituir una pieza clave como el puesto de medio melé debido a un fuerte en el ojo que recibió Juan Carlos Pico "Rubio", quien debio ser cosido (Urullo impuso su experiencia). Intentó realizar su juego pero chocaba una y otra vez contra un muro infranqueable, lo que no fue óbice para que el conjunto de "Canas" dispusiese de hasta cuatro golpes de castigo antes del descanso. Waenga anotó la mitad y se llegó al tiempo de asueto con un abierto 17-11.

En la reanudación, el VRAC Quesos Entrepinares maniató con mayor templanza a su adversario. Movió el oval con más paciencia y sin sentir la asfixiante presión de la delantera de Ordizia. Se mascaba la marca pero no con el alarde de suficiencia que protagonizó Waenga.

A golpe de cadera desplomó a dos adversarios que tan sólo pudieron mirar cómo el neozelandés se colaba hasta la línea de ensayo. Transformó él mismo el golpe de castigo y el VRAC Queesos Entrepinares se puso por vez primera por delante en el electrónico.

Ensayo que vistió al conjunto quesero con el mono de trabajo, pues mejoró ostensiblemente su aplicación defensiva ante un Ordizia que necesitaba revertir la animosidad de su juego para volver a ponerse por delante.

El VRAC Quesos Entrepinares no estaba por la labor. Mucho le había costado que cambiasen las tornas y suspiró aliviado después de que Kroll errase un golpe de castigo centrado. La tensión provocaba taquicardias en las gradas de Altamira mientras el equipo azulón empujaba con virulencia en delantera.

Aún así, no supo contrarrestar una serie de transiciones del Ordizia que finalizaron con un drop anotado por Goia que volvía a poner por delante a los de Ordizia. Por poco tiempo, dado que otro gran movimiento de la línea de tres cuartos concluyó con un golpe de castigo que Waenga volvió a pasar (20-21, minuto 63).

Los nervios estaban a flor de piel y la batalla se libraba en el medio del campo, donde el VRAC cometió otro golpe de castigo que, esta vez sí, Kroll pasó cuando quedaban doce minutos para la conclusión del partido.

Momento del todo o nada. El VRAC encajonó a Ordizia pero no hallaba resquicios por los que colarse. Atasco que Waenga resolvió con un drop a falta de siete minutos del final. Truco de chistera que precedió a un nuevo golpe de castigo acertado por Kroll.

Pero el VRAC respondió ipso facto. Excelsa jugada de Waenga que Rolls, en un derroche de potencia, convirtió en un ensayo que el apertura neozelandés transformó a tres minutos del final. Ventaja suficiente para llegar final de un partido precioso y repleto de incertidumbre. Cuatro puntos que sostienen al VRAC Quesos Entrepiinares en el liderato cuando tan sólo resta una jornada para la conclusión de la Liga regular. El próximo domingo sólo habrá que rematar la faena ante el Iveco Universidade Vigo y empezar a pensar en un playoff en el que, si todo sigue igual, el VRAC partirá con la grata ventaja del factor campo.

FICHA TÉCNICA:

26 – AMPO ORDIZIA RUGBY: Urtzi Abanzabalegi, Joanes Aierbe, Kesomi Lolotonga, Mikel del Río, Tom Parker, Axier Álvarez, Imanol Iruarriz, Toby Freeman, Iñaki Suso, Danny Kroll, Iñaki Puyadena, Korey Simpson, Julen Goia, Iker Elorza y Phil Huxford. También jugaron Mattaruco e Ion Ander

31 – VRAC QUESOS ENTREPINARES: Damián Montorfano, Steve Barnes, Alberto Blanco, Ignacio Molina, Aníbal Bonan, Adam Newton, Glen Rolls, Álvaro Abril, Juan Carlos Pico, Dan Waenga, Sergio Fernández "Mini", Diego Gorosito, Alex Gutiérrez Muller, Chuchi Llanos y Nacho Gutiérrez Muller. También jugaron Manuel Sevillano y Francisco Blanco.

PARCIALES: 7-0, min. 2: Ensayo de Goia, transforma Kroll; 7-5, min. 7: Ensayo de Nacho Gutiérrez Muller; 10-5, min. 15: Golpe de castigo transformado por Kroll; 17-5, min. 25: Ensayo de Iñaki Suso, transforma Kroll; 17-8, min. 27: Golpe de castigo transformado por Waenga; 17-11, min. 32: Golpe de castigo transformado por Waenga; 17-18, min. 43: Ensayo de Waenga, transforma él mismo; 20-18, min. 59: Drop de Goia; 20-21, min. 63: Golpe de castigo transformado por Waenga; 23-21, min. 68: Golpe de castigo transformado por Kroll; 23-24, min. 73: Drop de Waenga; 26-24, min. 76: Golpe de castigo transformado por Kroll; 26-31, min. 77: Ensayo de Rolls, transforma Waenga.

ÁRBITRO: Rafael Ortega (comité andaluz).

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de División de Honor celebrado en los campos de Altamira (Ordizia) ante más de mil espectadores.