En el segundo el equipo fue cambiado casi al completo y entraron en escena míticos como Nakayama o Calle. Entonces, el VRAC Quesos Entrepinares siguió jugando en la 22 gallega, con notable batallar de los jugadores de la casa. Incrementaron la cadencia de ensayos, aunque concedieron un par de marcas a los vigueses, que acusaron el esfuerzo físico.
Antes del partido, la familia de Hermosilla recibió el cariño de la afición y de la localidad de Tordesillas, quienes no olvidan al legendario ala quesero, uno de los que ayudó a que la entidad vallisoletana creciese como club en la élite del rugby español.
Tras el encuentro, Lisandro Arbizu atendió a los periodistas presentes y manifestó: "Hemos tenido fallos de querer jugar que es lo bueno. Con muchas ganas todo el equipo, los cuarenta jugadores. Interactuamos entre todos que es el objetivo. Son normales los errores para el primer partido de pretemporada".
"Me siento como un debutante. Si no lo sintiese así no seguiría jugando", añadió Arbizu, que indicó que la Súpercopa ante Ordizia "es el primer objetivo del año" y el equipo va "a preparar todo para ese día", concluyó.