Muy posiblemente el rugby que pretendemos y con el que soñamos en España sea el que se vio el domingo en Pepe Rojo. Las gradas llenas, las aficiones entregadas, instituciones y patrocinadores volcados, personas colaborando altruistamente y dos equipos a un gran alto nivel.

Más allá del resultado, la Final de Copa nos deja el mejor sabor posible. El ejemplo de que un deporte mayúsculo como el rugby puede crecer hasta convertirse en un deporte referencia en nuestro país. Para vivir lo que se vivió en Pepe Rojo es imprescindible la conjunción de apoyos que se recibieron.

Gracias a Cisneros por su deportividad, por su colaboración y por su afición, infatigable hasta en la derrota; gracias a la instituciones por su presencia y empuje; gracias a todos los patrocinadores privados que hacen del VRAC un equipo grande y que ayudan a albergar eventos de esta magnitud; gracias a los voluntarios por dar mucho sin pedir nada a cambio; gracias a la Fundación Municipal de Deportes por sus facilidades; gracias a la FER por concedernos la organización; gracias a los niños de las canteras de ambos equipos que llenaron Pepe Rojo de rugby en las horas previas a la final; gracias a la Banda de Guerra ALOG 61; gracias a los medios de comunicación por su máxima cobertura y especialmente a Emisiones Deportivas por su esfuerzo por difundir el rugby. Y gracias a absolutamente todos los que pusieron su granito de arena organizativamente.

Por último, un agradecimiento especial a los aficionados del VRAC. Sin su presencia, los éxitos del club en los últimos años no serían posibles. Y, para ellos, el club pondrá dos autobuses gratis para ir al partido del sábado en el Central de Madrid. Se facilitarán más detalles en las próximas horas.